Pocos productos hay tan característicos de la zona del mediterráneo como las alcaparras. Estamos acostumbrados a comerlas como encurtido, en ensaladas, en pizzas, etc. ¿Y si las cultivamos en nuestro huerto? Te aseguramos que es fácil y se adapta a todo tipo de condiciones.
El alcaparro (Capparis spinosa) es un arbusto de la región mediterránea perteneciente a la familia Capparaceae (con alrededor de unas 420 especies). Suele alcanzar los 30-40 cm de altura y es muy resistente a la sequía, ya que está especializado en crecer en zonas desérticas o semidesérticas (planta xerófila).
Aunque digamos que el alcaparro es de la zona mediterránea sus orígenes son bien distintos, ya que las primeras descripciones de esta planta se hicieron en Asia, pero fueron los griegos los que la introdujeron en un clima totalmente idóneo para el desarrollo del alcaparro, la zona mediterránea.
Del alcaparro se aprovechan dos productos. Uno sería las alcaparras o tápenas, que son las más utilizadas y consumidas, y otro serían los alcaparrones. Es el resultado de no recolectar el botón floral (la alcaparra) y dejar desarrollar el fruto (alcaparrón).
Por el crecimiento rastrero que tiene, el cultivo de alcaparras está perfectamente indicado para aquellos sitios donde el viento azota muy fuerte.